lunes, 27 de octubre de 2014

SUMÉRGETE

Sin importar el programa, uno debe registrar los espacios y la manera en que la  gente los usa, los rituales privados que tienen lugar dentro y alrededor del sitio, de una comunidad; un fragmento es inevitablemente parte de una ciudad.

De esta manera, somos capaces de entender las necesidades y oportunidades que pueden beneficiar los espacios generados tanto interior como exterior. Ya sea que hablemos de una propuesta de diseño a gran escala, hasta una pequeña intervención urbana; un análisis detallado se traducirá en una propuesta más eficaz. Una propuesta que, directa o indirectamente, beneficiará a la calidad de vida de las personas y su entorno.

Mirando hacia el exterior, por Andrea Assad 
A menudo se asume que un edificio puede proporcionar todo lo que la gente necesita  para desarrollarse tanto física como emocionalmente, cuando también se trata de la relación entre los edificios, la gente y la vida los que hacen la diferencia.

Como arquitectos,  a veces nos vemos limitados por la distancia, pero una cosa es clara para nosotros: un proyecto puede aumentar su potencial cuando experimentamos de primera mano. De esta forma se convierte en ilimitado. No importa la escala de un proyecto, cada vez que tenemos un programa específico es importante pensar fuera de este marco.
Una de mis experiencias personales incluyó el estudio de  ciudades consideradas por la UNESCO como patrimonio de la humanidad, entre ellas: Venecia. Durante de una semana y media el grupo se sumergió en un análisis profundo de la única ciudad completamente peatonal del mundo.  La investigación incluyó encuestas, serie de fotografías para contar una historia o mostrar lo que había que abordar, bocetos e incluso calcar  texturas   para entender plenamente la tectónica y técnicas, detalles y momentos por descubrir.
Al  “mirar hacia afuera”  tuve la oportunidad de descubrir cómo Venecia se ha convertido en lo que la gente ahora se refiere como una "ciudad museo ". Con millones de turistas que vienen a visitar cada año; una situación que contrasta si tomamos en cuenta que los locales, especialmente en su juventud se están mudando en búsqueda de oportunidades a otros lugares. Incluso fui testigo del “Acqua Alta”  de Venecia, de hecho, el agua subió hasta 149 cm ( 4 pies 10 pulgadas), el                                                              quinto nivel más alto que las  inundaciones han                                                                    alcanzado en los últimos 150 años .

Como resultado de esta investigación en sitio, fuimos capaces de generar un manual de diseño "Edificios para Venecia" e identificar sitios que pudieran beneficiar a la población local. En mi caso tuve la oportunidad de centrarme en intervenciones urbanas de plazas y los edificios que las delimitan.



Encontrando el propósito por Jimena Zamora
Nosotros como arquitectos, nos encontramos la mayoría del tiempo en frente de nuestras computadoras investigando la ubicación, cultura, clima y alrededores de nuestros siguientes proyectos. A veces esto ocurre por muchos días. Nos escondemos detrás de nuestras sillas reclinables y cuartos con clima mientras asumimos que sabemos con lo que estamos trabajando.
Hay una falta de humildad en la arquitectura. Nos gusta ir por el camino fácil, en vez del correcto. Un proyecto debe enfocarse en la comunidad y su participación, al igual que a la experiencia de primera mano para que el proceso de diseño sea exitoso.
Una de mis experiencias más importantes fue cuando trabaje para la ONG llamada Native American Sustainable Housing Initiative (NASHI). NASHI es una ONG que busca mejorar las condiciones de vivienda y desarrollo comunitario en la Reserva India de Pine Ridge, South Dakota. El objetivo del proyecto era superar la necesidad de viviendas sustentables y hacerlas accesibles para la comunidad por medio de investigación y diseño de casas que son correctas para la comunidad y el ambiente. Formamos un equipo interdisciplinario que incluía a estudiantes y facultades. Trabajamos en conjunto con la comunidad de Pine Ridge para poder integrar la cultura y valores Lakota al diseño mediante juntas y talleres. Además de incorporar los valores y costumbres al diseño, también se incluyeron en la parte de construcción a través de su liderazgo y ceremonias.
En otras palabras, yo viví y respiré este proyecto. Tres meses de vivir a cincuenta metros de la obra, interacción constante con la comunidad, la habilidad de saber que material estaba disponible, donde querían la entrada a la casa, vivir lo impredecible que era el clima, y atender ceremonias Lakota donde nomas los locales eran invitados. Nada te da más entendimiento que el sumergirte completamente en el proyecto, lugar, y cultura. La arquitectura va más allá del diseño. Es sobre la gente, construir relaciones, y verdaderamente entender cómo vive la gente. 

A partir de estas dos experiencias se puede concluir que para los proyectos sociales, sin importar su escala o alcance, un análisis del sitio y el contexto profundo se convierte en esencial; un acercamiento directo con la comunidad y sus necesidades ayudarán a  los beneficios potenciales que se pueden proponer.


Se da un enfoque directo a la vida urbana de un lugar; entendiendo y observando no sólo las condiciones físicas, sino la forma en que las personas reaccionan y se comportan dentro de un espacio urbano específico y sus alrededores.

Entrada escrita por la Arq. Andrea Assad y Arq. Jimena Zamora miembros del área de Proyectos Sociales del capítulo Monterrey de Architecture For Humanity.

1 comentario:

  1. Felicidades por las experiencias logradas y muchas gracias por compartir.

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